domingo, 10 de julio de 2011

respiro hondo, suspiro y espero

Adoro como ese pequeño ser cuida que nadie se me acerque, atenta a cualquier sonido extraño; ella es particularmente histérica, es como yo, bajita, obstinada, idecisa, es única y esta loca como yo.

Muchas veces me pregunte que pasaría si este hermoso viento dejara de soplar, si el pasto ya no crujiera cuando lo piso, si estos molestos pájaros dejaran de cantar y ya no hubiera sonidos; creo que en un primer momento me asustaría, después entristecería y por último enloquecería. Pero el mundo es más sencillo para ella, se acuesta sobre la grama seca, me mira y siente el sol sobre su cuerpo; su vida es más sencilla, es dulce, es paz.

Quisiera poder sentir esa paz, siento el sol, escucho todos los sonidos, respiro hondo y espero.

Está atenta al gallo y a todos los perros que pasan (ya salió a perseguir a uno); es feroz pequeña pero feroz y esta desquisiada, la única diferencia que tengo con este animal es que ella es rubia y yo no, además de que ella camina en cuatro patas y la dra a medio mundo, creo que somos idénticas, hasta compartimos nombre.

Quisiera caminar por el pueblo, y que nadie me preste atención.

Tengo sueño, ya no es cansancio, es más bien un estado calmo; si el viniera ene ste momento y me besara lo dejaría.

Bueno me voy a respirar, y a dejar mi mente en blanco, ya no hay más que leer en mi, ya soy invisible.

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