¿Quién te puede decir quien sos?, y ¿cómo lo diría?, porque si ni siquiera vos podes entenderte cómo otro puede decirte quien sos. ¿Y si estuviste fingiendo tanto tiempo que no recordás quién eras realmente?, ¿aún querrías recordarlo?, debe de haber una razón por la que decidiste ocultar tu verdadero ser, ahora ya no podes entenderte porque no te acordás quien eras. Habrá quien te haya intentado imponer una personalidad-con la excusa de que “así vas a tener más amigos, hay que ser carismático”, “te tiene que gustar la ropa de tal marca”, “tenés que ser de tal profesión porque da dinero” y “escucha esta música que es la que a todos les gusta”- hacen que uno se olvide quien es, pero sólo si uno duda ya de quien podría ser o llegar a ser.
Si ocultaste quien eras tanto tiempo, cómo esperas que los demás te entiendan y sobre todo que confíen en vos, sino saben quien sos. Y porque fingiste ser alguien que no sos ya te olvidaste de quien eras. Tu mundo se viene a bajo cuando descubrís por fin lo que tanto buscaste, tu verdadero ser, porque ya no sos el que creías ser.
Y ahora de verdad que “descubriste” quien eras o sos, ¿de verdad sos vos? O es otra parte de tu imaginación que te dice como ser, u otra “regla social” que te impone quien sos, fuiste y serás.
Ya no hay más remedio (aunque suene a moraleja de película de disney, en donde todos terminan encontrando su verdadera vocación y son aceptados, todos son felices y por cierto se hacen no una sino TRES películas), si no sabes quien sos aún lo vas a descubrir con el tiempo y por ahí aunque no te hallas dado cuenta ya lo sabes.
No saber quien sos aún no está mal, ser un hombre masa si.
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